Tu objetivo en Dungeon Master 2 es evitar que los secuaces de Dragoth creen la “Puerta Zo”, lo que le permitiría entrar en Skullkeep. Sin embargo, hay muchos enemigos que tratan de alcanzar ese objetivo.
El inicio del juego es igual a la primera parte: formas tu grupo de cuatro héroes, aunque esta vez sólo escoges tres de ellos. El juego comienza en una mazmorra que contiene estatuas en forma de ataúdes colocadas en el suelo. Despiertas siendo el personaje principal, y la elección de tus compañeros se hace abriendo los ataúdes de los personajes escogidos. Todos los personajes difieren en clase, atributos y objetos iniciales. Los miembros de tu grupo ganan niveles a la vez que matas monstruos.
Después de reunir el grupo, subes una escalera que termina en una casa pequeña. Debes encontrar la llave para poder salir de ella. Lamentablemente, muchos de los acertijos y problemas implicar encontrar una llave que abre una puerta que te permite ir más allá. Después de salir de la casa te encuentras en medio de un bosque oscuro, donde hay unas criaturas que parecen limo y que se arrastran. Aquí en donde encuentras las tiendas. Todas venden objetos distintos: hay una tienda de comida, una armería, una tienda de armaduras y una tienda genérica. Hacer barbaridades en el interior de las tiendas (como tirar manzanas u otros objetos al vendedor) hará que los guardias se enfurezcan y te ataquen, lo que te convertirá en una masa, sin importar lo resistente que sea tu armadura.
Skullkeep apenas difiere del Dungeon Master original; los gráficos han mejorado mucho; la música, de la cual no había mucho en la primera parte, da una atmósfera característica al juego. El factor principal que baja la calidad de Skullkeep es la ausencia de puzzles, que tristemente se han reemplazado por combate extra. Y, a diferencia de Dungeon Master, hay áreas exteriores.
El juego en sí mismo se parece mucho a Dungeon Master. Tienes pequeños dibujos de las armas de tus personajes en la pantalla principal y sus barras de estatus cercanas a ellas. Hay seis botones para moverse (cuatro para las direcciones y dos para girarse a izquierda o derecha). También puedes escoger la formación del grupo. Por supuesto deberías colocar a los más fuertes delante, ya que son los que tienen más posibilidades de machacar monstruos y absorber daño, pero recuerda que también puedes ser atacado por la espalda, lo que puede poner en peligro a los personajes débiles.
El sistema de combate es tan sencillo como el que había en Dungeon Master: sólo tienes que pulsar sobre el icono de arma del personaje que está al lado de la barra de formación del grupo, lo que trae un menú que muestra todos los tipos de ataque disponibles. Los tipos de ataque tienen distinto tiempo de recuperación y daño realizado. Esto hace que la ausencia de puzzles se note incluso más, ya que la lucha llega a ser tediosa después de matar a los mismos monstruos un centenar de veces.
Dungeon Master 2: The Legend of Skullkeep es un juego cuidado, pero podría haber sido mucho mejor si no hubiera tenido esos fallos tan importantes. Aún así, no debería perdérselo nadie a quien le guste el género de juegos de rol o el primer Dungeon Master.