Download Iron Cross

Ciertamente han habido muchos juegos ambientados en la Segunda Guerra Mundial. Este juego no es la excepción.

En el juego Iron Cross empiezas con el Día D e intentas conseguir la victoria de los Aliados, o juegas con las Fuerzas del Eje e intentas repeler los ataques de los Aliados que intentan liberar a Europa de la amenaza Nazi.

El juego inicia maravillosamente, con fotos a color tomadas por fotógrafos de la Segunda Guerra Mundial y comentarios cortos del narrador. Recibes un breve vistazo de lo que sucedió durante la guerra. Luego vas al menú de inicio y es aquí donde empieza el juego.

Puedes seleccionar un nuevo jugador o continuar una partida salvada previamente (si ya habías jugado el juego anteriormente y lo salvaste).

Luego de crear tu oficial, escoger el nivel de dificultad y el lado en el que quieres pelear, vas a la pantalla de selección del campo de batalla. Ya que debes comprar unidades y el número de créditos depende de tu éxito, es mejor empezar con los escenarios más sencillos y dejar los combates más complicados para más tarde. En los primeros escenarios ni siquiera tienes artillería ni soporte aéreo, así que solo tienes a tus muchachos corriendo por ahí intentando eliminar a los muchachos del enemigo (sin resultar muertos).

Luego de cada misión verás una pantalla de estadísticas y también sabrás si has sido promovido o no. Si es así, tendrás mayor prestigio y podrás comprar más y/o mejores unidades (pero las unidades varían de un escenario a otro – no puedes traer artillería pesada a las playas de Normandía si nunca la hubo allí).

El juego tiene gráficas de alta resolución y los comandos son lo suficientemente sencillos para no resultar frustrantes. El juego es controlado totalmente con el ratón y se juega en tiempo real, aunque puedes detenerlo en cualquier momento y se pausará por un instante mientras das órdenes específicas a tus unidades.

Pero el juego tiene algunas fallas severas.

Cuando seleccionas una unidad puedes asignarle un modo (moverse, atacar, moverse y atacar, o atacar y moverse). Naturalmente solo puedes atacar cuando estás lo suficientemente cerca y si la unidad enemiga está a la vista, así que si seleccionas el modo de ataque (o atacar y moverse) tus unidades pueden quedar atoradas en un lugar sin moverse cuando son incapaces de ejecutar el ataque. Por otra parte, para moverte a un frente de ataque debes cubrir un largo trayecto y a menos que estés dispuesto a avanzar paso a paso (que entorpece severamente el ritmo de juego), darás la orden para que una unidad camine hacia un destino y esto significa que no se defenderán hasta que lo hayan alcanzado, pudiendo ser masacradas en el camino.

También las gráficas a nivel de combate son muy malas. Solo puedes ver pequeños puntos azules o rojos que se mueven y el ocasional disparo, flama (de los lanzallamas – está bien eso si es genial), nube de humo y alguna cosa cuando es bombardeada. Así que el único sitio interesante durante el combate es la parte inferior derecha de la pantalla, donde puedes ver algunos detalles agradables, como Hitler llamando a más tropas (que no es algo agradable – en verdad no quieres que tu enemigo reciba refuerzos).

A fin de cuentas resultan ser batallas un tanto pobremente ejecutadas empacadas en un lindo envoltorio. El juego es un descanso de las estrategias por turnos en mapas de hexágonos (tales como Panzer General, o Allied General), pero yo aún preferiría los juegos con mapas de hexágonos a este. Quizás solo sea cuestión de gustos, pero realmente me desagrada el hecho de que debes guiar casi cada paso de cada unidad, a menos que quieras dejar al azar si resultan destruidas durante el largo trayecto o no (también una unidad sin órdenes puede quedarse parada inactiva y ser masacrada en el proceso sin siquiera pestañear).