Los juegos de Star Wars nunca han sido punteros en lo que se refiere a innovación tecnológica; juegos como Dark Forces y Rebellion son, en esencia, meras adaptaciones de otros juegos al universo de Star Wars. Dark Forces se inspiró en Doom y Rebellion en juegos como Master of Orion. Sin embargo esto no significa que esos juegos no sean agradables de jugar. Lucas Arts siempre ha tenido la habilidad de hacer juegos de Star Wars dignos de su legado. X–Wing es el primero de ellos.
X–Wing fue una elección natural para un juego basado en Star Wars. Los momentos culminantes de Star Wars IV tratan de ello. La historia del juego se escribe por si misma. Wing Commander ya había mostrado cómo hacer juegos épicos en escenarios de ciencia ficción y muchos aficionados de Star Wars pedían un juego que les permitiera pilotar un X–Wing (o Ala–X) emulando a Luke Skywalker. X–Wing les dio esa oportunidad.
Existen tres modos de juego en X-Wing. Puedes jugar misiones de entrenamiento, pilotar en misiones de prueba de piloto o jugar campañas. Las misiones de prueba de piloto son carreras contra el tiempo en las cuales debes volar entre arcos evitando el fuego de torretas. Yo sólo las probé una o dos veces, ya que rápidamente se hacen aburridas. Las misiones de entrenamiento son agradables. Hay seis para cada uno de las cuatro distintas naves rebeldes que puedes volar. Éstas lentamente te introducen en el control básico de cada nave y para qué vale cada una de ellas. La mayoría de las naves en X–Wing están tomadas de las películas, pero lo que puede hacer cada una se ha desarrollado para el juego. Por ejemplo, tanto el Ala–A como el Ala–B se pueden ver en las películas, pero en ellas nunca se discutió la distinción entre interceptor ligero y rápido y bombardero pesado.
La campaña es el punto central. La historia comienza justo antes de los acontecimientos de la cuarta parte (Una nueva esperanza). No te sorprenderá la profundidad de la narración. No es muy importante para el juego. Apenas sorprendente porque sabemos cómo se desarrollará la historia. Las misiones son variadas y atractivas (en Wing Commander las misiones eran todas parecidas: debes destruir todos los enemigos que te encuentres y eso era todo). X–Wing varía con éxito las misiones; incluso hay misiones en las que no dispararas ni una vez. Con Wing Commander jugabas el juego para ver cómo se desarrollaba la historia; con X–Wing juegas porque te apetece pilotar en las misiones.
Gráficamente X–Wing tiene algo revolucionario. El motor usa una aproximación temprana a las 3D para traernos a la vida su magnífico mundo. Los modelos usados no tienen texturas porque ningún PC de la época hubiera podido correr el juego si las hubieran tenido. Incluso sin texturas el juego parece mucho mejor que cualquier otra cosa vista hasta entonces. Estableció el nombre de Lawrence Holland como un gurú de los gráficos. Las pantallas estáticas, por el contrario, decepcionan. Funcionan bien en el juego pero son poco variadas y no tan buenas como las de Wing Commander.
La falta de historia es un defecto en X–Wing, pero no es muy importante. Cuando se publicó el juego los aficionados pronto averiguaron que salvar el universo del malvado Imperio no era tan fácil como ver las películas. Algunas misiones en particular demostraron que eran más de lo que podía manejar un jugador medio. Incluso Lucas Arts se vio forzado ha parchear el juego, algo que no les gusta y no hacen a menudo.
Cuando se publicó, instantáneamente se convirtió en un clásico que pedía una secuela. En una sucesión de eventos no muy habitual, el segundo juego de la serie se hizo el más popular y querido de la serie. Se publicaron otros dos juegos en la serie: el decepcionante X–Wing vs. TIE Fighter y el algo menos malo X–Wing Alliance. No se han anunciado nuevos juegos ni hay rumores de que se vayan a publicar más. No importa, ya que tanto X–Wing como TIE Fighter aún merecen ser jugados.
Nota: la versión colocada online es la edición de coleccionista. Contiene todas las expansiones y diálogos así como un CD de misiones ligeramente más fácil que hace más jugable el juego para todos aquellos que no somos Luke Skywalker.
¡¡Importante!! El archivo contiene dos archivos, con extensiones “.bin” y “.cue”. Para jugar el juego deberás descargarte e instalar las Daemon Tools de la sección de utilidades y usarlas para montar los archivos en cuestión en una unidad CD-ROM virtual desde la que podrás instalar el juego.