Xenophage es un inusual juego de pelea, con una historia más original que la mayoría de los representantes de su género: una raza alienígena aburrida se divierte forzando a otras especies a luchar en una serie sangrientas batallas por sus derechos de reproducción.
Los personajes son probablemente los más inusuales y variados en toda la historia de los juegos de pelea. Los jefes son bastante estándar, pero muy divertidos de controlar, y el personaje secreto es realmente gracioso de golpear. Una característica bastante única es la habilidad de personalizar a tu gusto las estadísticas de tu personaje. Hay muy pocos movimientos especiales, pero el juego lo compensa ofreciendo muchísimos combos. Recomiendo pasar algún tiempo en el modo de entrenamiento, ya que algunos de los movimientos de los personajes requieren un poco de práctica para ejecutarse. Hay dos modos de juego: el típico Modo de Historia y el Modo de Juego Libre. En el modo de Juego Libre puedes luchar contra otro jugador o contra un oponente controlado por la computadora, y los combos y movimientos especiales pueden ser activados o desactivados. Lo que me pareció molesto es la falta de una opción para deshabilitar el límite de tiempo durante las peleas.
Las gráficas se ven bien, y tanto los luchadores como los escenarios se ven adecuadamente alienígenas e inusuales. El único problema que encontré es que cuando los peleadores están muy alejados uno de otro, y uno de ellos ejecuta un lanzamiento, puedes darte cuenta que las sombras están pintadas encima en lugar de estar conectadas como deberían.
En general, Xenophage: Alien BloodSport me pareció un juego de peleas bastante agradable