Allí estás, abriéndote camino a través de las vastas Montañas Superstition de Arizona.
Sólo hay una idea en tu mente: descubrir las glamorosas riquezas de la Mina Perdida Dutchman. Han habido muchos que han seguido tu mismo camino. Desafortunadamente (¿afortunadamente?) ninguno lo logró hasta ahora. ¿Tú quizá? Bueno... esto no será una tarea sencilla.
Lost Dutchman Mine comienza en el pueblo de "Goldfield," justo donde puedes encontrar todo lo que necesitas para ser un "experimentado." Tu estado está indicado con tres líneas guía: Salud, alimento y agua. Como partirás en expediciones, algunas veces semanalmente, necesitarás una buena carga de provisiones desde los mercados. Tomate tu tiempo y escoge sabiamente, y no tendrás que llevar una gran maleta por todas partes. El Salón podría ser utilizado para dormir, beber unos tragos y tal vez unas apuestas con "Dapper Dan." Si puedes tener éxito encontrando oro, intenta ir a la Oficina de Cambio. Sus tazas de cambio están bien, aparte de que no hay otro lugar en medio del desierto para cambiar tus maletas de oro por dinero. Si eres más exitoso y pudieras hacer mil duros, dirígete al Establo Livery por un amigo confiable. Ten cuidado explorando el desierto. Hay cascabeles, bandidos detrás de tu dinero, e indios intentando robar tus burros (amigos confiables.)
Hay diferentes modos en los que te pondrá el juego, los cuales son igualmente básicos y divertidos (algo básico es algo divertido, digo yo.) El juego corre en tiempo real, y necesitas hacer lo que necesitarías hacer en una expedición real: equiparte bien, asegurarte de revisar tus provisiones a menudo y no entrar en pánico una vez que encuentres peligro. Después de todo ¿no es esta la misma característica que hace adictivo a un juego en primer lugar?
La música Midi y unos pocos efectos de sonido están disponibles si corres el juego con DOSBox. Los gráficos no son los mejores que existieron en el 89 pero se aseguran de mantenerte enfocado. Selecciona los gráficos CGA o MCGA al comienzo del juego si no quieres terminar hipnotizado y tal vez lastimarte los ojos.