Debes concedérselo: los tipos malos son guays. Quiero decir, ¿quién puede reclutar puñados de gañanes para luchar por su causa incluso aunque ésta sea destruir el mundo? Bien, en los viejos tiempos era habitual no complicarse la vida para desarrollar una trama. En Crystals of Arborea el malvado Morgoth enseñó la maldad absoluta al próspero y pacífico mundo de cristal. Los dioses se enfurecieron y decidieron hundir en las aguas todo excepto una pequeña porción de tierra, Arborea, hogar de los cristales sagrados. Depende de ti y de tu banda el encontrar los cuatro cristales antes de que las fuerzas del mal lo hagan, o la tierra estará condenada.
Para encontrar los cristales exploras la isla, ya que es allí donde se encuentran. Naturalmente, encuentras algo más que esos cristales: pequeñas casas de campo, enemigos, torres, enemigos, cavernas, y más enemigos. Cuando dije puñados, dije puñados.
El juego consta de tres interfaces: el menú principal, un mapa y un modo 3D. En el menú principal tienes una visión de los personajes y puedes moverte entre sus estadísticas, dormir y sus habilidades especiales; también puedes grabar, cargar o iniciar una partida, ver la descripción de la partida actual y escoger el modo en que deseas jugar. Curiosamente no hay botón para salir a DOS (Silmaris probablemente pensó que querías jugar este juego para siempre). El modo 3D es muy agradable y refrescante: ves el mundo como si estuvieras andando por él (bastante aterrador el ver a esos malditos orcos y elfos acercándose a ti). El movimiento no es muy fluido: consiste sólo en imágenes cargándose cada vez que te mueves. A pesar de todo es efecto está logrado y te verás jugando en este modo la mayor parte del tiempo. El mapa te ayuda a orientarte y ves los objetos especiales una vez que los has localizado (y su localización es fija cada vez que comienzas un juego nuevo). Puedes mover a tu equipo a un lugar pulsando en el nombre o en “todos” y entonces “mover”.
Al principio el interfaz puede ser extraño, pero cuando te manejas con él te convertirás rápidamente en un experto. En el modo 3D sólo tienes que pulsar en una flecha y te moverás en esa dirección; no se necesitan más botones (pero no olvides ir con tus hombres cuando juegues por primera vez; para ello, vete hasta tus hombres hasta que puedas pulsar sobre sus “cabezas”, los iconos pequeños que están debajo). También puedes mover a tus hombres individualmente, lo cuál es una característica agradable del juego, pero también hace a tu gente vulnerable.
Las batallas son como en un juego de mesa. De nuevo la práctica ayuda. Puedes mover a tus hombres una vez por turno (a menos que estén embrujados). Hay dos arqueros, un mago y el resto son guerreros. El mago puede lanzar hechizos después de un turno de concentración (es decir, saltando un turno). Puedes atacar a los enemigos cuando sus iconos no están con sombra. Recuerda que los arqueros y el mago no pueden atacar cuerpo a cuerpo.
Las primeras cinco batallas están bien, pero una vez que te das cuenta de que no hay nuevas habilidades que se pueden adquirir y que los enemigos infestan el lugar pareciendo salir de cualquier parte te acaban aburriendo. Existe una opción, salir corriendo, que te permite dejar el campo de batalla, pero los enemigos tendrán un turno libre. Recuerda que los compañeros fallecidos no pueden ser resucitados.
Ahora que ya hemos dicho que los gráficos son bonitos, hablemos del sonido. Terrible. Sólo conseguí hacerlo funcionar en DOSBox, pero el resultado fue ridículo. El altavoz del PC iguala a la SoundBlaster. Éste es el mayor fallo del juego.
Después de un rato, cuando has descubierto la mayor parte de las cosas, te ves a ti mismo pulsando sobre la tecla de arriba de forma compulsiva. La desventaja de la libertad que te ofrece el juego es que no tienes un objetivo claro. Te diré un pequeño secreto: busca la cueva, lo que te guiará hasta un laberinto terrible pero merecerá la pena.
Con todo, el juego consigue un tres, debido a la innovación y los gráficos. Después de todo éste es el juego a partir del cual apareció la serie Ishar. El sonido baja la calidad global, así como la monotonía del desarrollo del juego; esto no quiere decir que el juego sea malo, todo lo contrario; se puede disfrutar y te puedo asegurar (y todos los seguidores de los juegos de rol que han visto el desarrollo de los juegos de rol) que el juego te puede dar muchos momentos agradables.