En 1993, mi padre llego a casa con un disco de shareware que había recibido por comprar nuestra nueva impresora monocromática. Éste fue mi primer contacto con los juegos shareware - el disco contenía Commander Keen 6 (Aliens Ate My Babysitter) , Heartlight (un fantástico juego) y... Brix.
Lo que sorprende al principio es el tamaño del juego. Pesa menos de 100kb pero no dejes que eso te decepcione - tiene bastante. Si, claramente es un juego de puzzle como puedes ver en las imágenes, pero también es enorme y mantiene el desafío sin volverse imposiblemente difícil. Recuerdo jugarlo por muchas horas y nunca haberme cansado.
El objetivo del juego es unir dos o más ladrillos del mismo tipo, y hacer que desaparezca pero al final, no pueden quedar ladrillos en la pantalla. Esto podría sonar sencillo, pero no lo es, créeme. Por ejemplo, el segundo ladrillo de un tipo similar toca otra, ambos desaparecerán. Esto quiere decir que hay que hacer desaparecer 3 ladrillos al tiempo, lo cual es complicado. También tienes pozos de lava, ascensores y otros extras para mejorar los niveles.
Lo bueno de este juego es que no hay un "game over". En cada nivel tienes un cierto número de intentos así que si quedas atascado (lo cual es fácil si no prestas atención), puedes repetir el puzzle una cierta cantidad de veces. Si usas todos tus intentos, tienes que reiniciar el nivel, lo cual no es un desastre si recuerdas la solución de los puzzles antes del que no pudiste superar.
Aunque también existe un límite de tiempo, así que no podrás meditar para siempre la posible solución - ¡pero no dejes que eso te apresure demasiado! Como ya mencioné, es fácil quedar atascado al accidentalmente destruir dos bloques cuando necesitabas destruir tres (y se te queda un sólo bloque de un tipo, es imposible completar el puzzle).
Los gráficos y sonidos son bastante básicos - lo cual no es sorprendente considerando el tamaño del juego. Tampoco hay música pero para ser honestos, tiendo a desactivarla para los juegos de puzzle. No me gusta distraerme y créanme, la concentración aquí es obligatoria.
En general, ésta es una gema escondida de un juego de puzzle. No te castiga por muchos intentos, te engancha y te desafía sin llegar a frustrarte. ¡Definitivamente vale la pena jugarlo!