Jill of the Jungle es un juego de plataformas con movimiento de pantalla lateral publicado en 1992 por Epic Megagames. Su propósito principal era competir con los juegos de computadora de otras compañías de shareware tales como id Software (conocida por sus series de Commander Keen y Doom) y Apogee Software (después conocida como 3D Realms; ellos publicaron Duke Nukem y Wacky Wheels, entre otros). Esta es la primera entrega de una trilogía de juegos que en principio se publicaron de forma separada. Jill of the Jungle estaba disponible como shareware para motivar a los jugadores a que compraran la segunda y tercera entrega, Jill Goes Underground y Jill Saves the Prince. Al no funcionar esa estrategia de marketing como estaba planeado, al año siguiente se combinaron los tres juegos en uno solo. Sin embargo, el éxito de Jill eventualmente le dio prestigio a Epic Megagames y le permitió producir futuros éxitos como Jazz Jackrabbit, One Must Fall y la serie de Unreal. Jill of the Jungle era un juego pequeño, aparentemente del montón, pero está cargado de historia.
La trama es más o menos simple - encarnas a Jill, una amazona de pelo rubio, ojos azules y que lleva un reducido traje verde. ¿Tu tarea? Desafiar los terrores de la jungla y abrirte paso luchando hasta el otro lado. Como la gente de Epic Megagames decía en esos tiempos: "¿Quién dijo que una dama no puede matar a unos cuantos monstruos?" Pero ten en cuenta que no siempre tendrás que matarlos; a veces bastará con esquivarlos o dejarlos atrás. Si lográs atravesar la jungla en una pieza, te esperan aventuras mayores.
El juego contiene dieciséis niveles distintos, así como un nivel de bono. Comienzas en una especie de "mapa de la jungla", que te permite ir de un nivel al siguiente, pero en realidad parece otro nivel más: simplemente está libre de monstruos. Los montruos que enfrentarás en el juego son muy variados, y van desde aves de fuego hasta sapos, desde peces hasta serpientes, y desde abejas asesinas hasta cocodrilos (¿o son caimanes? ¿Quién sabe?) Cada nivel es único, con su propio entorno, su propia atmósfera y su propia fauna. En ciertos niveles podrás incluso convertirte en otras criaturas (ave de fuego, pez y sapo) para conseguir tu objetivo. En otro nivel, no encontrarás enemigos, sino sólo un puzzle que resolver. Para sobrevivir en esta tierra hostil se te dan armas (puñales y una cuchilla giratoria) y puedes recuperar la salud comiendo manzanas.
Los gráficos de este juego son bastante buenos para su tiempo, y no son demasiado pixelados. La música también es bastante buena, con canciones pegajosas cortesía de Dan Froelich. En resumen, este juego sigue siendo bastante agradable, y si lo disfrutaste cuando chico, como lo hizo el que escribe, sin lugar a dudas lo seguirás disfrutando el día de hoy. Y por supuesto, asegúrate de continuar la aventura en Jill Goes Underground y finalmente en Jill Saves the Prince.