Este es un juego de hockey, pero no solo serás un jugador de hockey, también deberás dirigir a tu equipo. Esto incluye todo, desde planes básicos de juego (maniobras de ataque) hasta literalmente sacarle los dientes a tu oponente sobre el hielo.
Deberás comprar una franquicia incluyendo tu propio equipo de hockey. Con ese equipo jugarás los partidos, pero recuerda que una vez que el partido inicia tu solo serás uno de los jugadores!
A diferencia de la mayoría de juegos de deportes, donde asumes el control del jugador más cercano al balón o puck, aquí tú eliges un jugador para controlar (durante las interrupciones de juego puedes seleccionar uno diferente). Tus compañeros de equipo actuarán de acuerdo al plan de juego que definiste antes de iniciar el partido (esa es la parte de dirigente del juego).
Pero si quieres, puedes asignar a otro jugador humano para que te de una mano (de manera que dos jugadores serán controlados por una persona y uno computarizado), pero no podrás controlarlos a ambos tú solo (demasiadas teclas y juego demasiado rápido). Por cierto, no tengo idea de por qué aquí solo hay tres jugadores en un equipo de hockey. Probablemente tiene algo que ver con el manejo del juego (más jugadores implican más controles y manejo más complicado – y complicar más el juego realmente lo arruinaría).
Hay distintos niveles de dificultad y distintos tipos de reglas de juego (e incluso puedes desactivar las peleas si eres un fan del hockey no violento) que directamente influyen en el comportamiento sobre el hielo. Sugiero que empieces con el modo más fácil (rookie) y el set de reglas australianas hasta que le agarres el hilo al juego.
Las gráficas son increibles para el año 1989 y las animaciones fluidas son sorpredentes. El juego tiene un ritmo muy acelerado (lo que resulta perfecto para un juego de hockey) y las animaciones logran seguir el ritmo sin problema. Cuando un evento importante ocurre (como una pelea o un tiro directo al arco) la imagen cambiará de una vista aérea a una vista lateral.
Los sonidos puede que sean un poco más primitivos, pero la solución estuvo bastante bien lograda. Se utiliza la simple pero efectiva música de órgano que acompaña los partidos de hockey (técnicamente primitiva, pero perfecta para crear el ambiente).
En general no me sorprende ni un poco que sea un juego hecho en Canadá. Sus creadores probablemente adoran el hockey, porque es evidente en cada aspecto del juego que alguien se tomó el tiempo de hacerlo lo mejor posible.