Deathbringer es tu típico juego arcade de golpear y cortar, hecho por Empire en 1991. A pesar que está hecho estrictamente de texto, la historia es muy larga y también muy cómica. No hay introducción de fantasía en absoluto. Pero ya que estoy revisando el juego y no la historia, la resumiré para ti. La Sociedad para Armageddon Creativo (The Society For Creative Armagerddon) y La liga de Magos Excepcionalmente Diabólicos (League of Exceptionally Evil Wizards) decidieron unir fuerzas para eliminar su enemigo común que continúa frustrando sus actividades: Karn El Bárbaro. El plan era convertir Abbadon en Demon Sword (Espada del Diablo) y enviarla al rey Aelric, quien la usará para matar Karn. Sin embargo, el plan falla cuando el ave que transportaba la espada fue interceptada por amigos de Karn, de esta forma Karn ganó la posesión de Abbadon. Él estuvo de acuerdo en ayudar a Karn a combatir a los hechiceros y así podía saciar su sed de sangre, a pesar que no se suponía que lo haría, pero después de revisar de nuevo el contrato, no había ninguna cláusula que lo detuviera, lo que enfureció a la Sociedad y a la Liga.
Tu eres Karn, y con la ayuda de Abbadon sales a derrotar a los hechiceros de una vez por todas. Tienes que ir a través de varios niveles, derrotando enemigos en tu camino y saltando sobre obstáculos, moviéndote de nivel a nivel cuando alcanzas el final de un área y comienzas otra, muy parecido a muchos juegos de este tipo.
Sin embargo, el juego es muy difícil y los controles pueden ser muy frustrantes. Usas las teclas de flechas para moverte, saltar y agacharte. Para pelear tienes que presionar Espacio Y una de las teclas de dirección. No puedes sólo presionar Espacio, y usualmente tienes que detenerte para que pueda mover su espada. También, muchas veces perderás cuando trates de golpear enemigos, mientras que cada vez que ellos golpean eres empujado hacia atrás un poco, lo que se convierte en algo muy molesto.
Puedes mantenerte corriendo hacia adelante y muchos enemigos te perderán, pero además de poner atención a tu medidor de salud, también tienes el medidor de la espada. A menudo tienes que matar un enemigo para saciar la sed de sangre de Abbadon, o él se molestará y comenzarás a perder control de ti mismo. Para contribuir aún mas a la dificultad, no hay forma conocida de restaurar tu salud, y sin importar cuantos niveles completes tu salud no cambiará. Incluso si mueres, puedes continuar desde el nivel en el que estabas pero comenzarás con la salud que tenías cuando alcanzaste ese nivel. Entre niveles hay pequeñas áreas donde tienes un enorme enemigo bloqueando tu camino y debes sincronizar tus movimientos para pasar sus ataques ya que no lo puedes matar. Pon todo esto junto y tienes un juego muy complicado que yo encuentro muy difícil de terminar.
Los gráficos del juego salen muy bien en 16 colores VGA. Sin embargo, no hay sonido, y la única música es una pista repetida que escucharás a través de todo el juego, que finalmente te pondrá histérico. Y si te quedas en la pantalla de inicio, verás una repetición de tu último juego. En conjunto, Deathbringer es un juego que pudo haber sido muy bueno y original, pero la insana dificultad y fallas lo hacen mas frustrante que entretenido.