¿Alguna vez has visto a un dragón comer jabón? Yo tampoco, pero los efectos parecen ser visibles en Bubble Bobble. Dos tiernos dragones, uno de los cuales puedes controlar (o ambos en el modo de dos jugadores) hace burbujas de colores hacia enemigos igualmente coloridos. La mayor parte del tiempo estos enemigos se parecen mucho a garabatos aleatorios. Tu objetivo es capturarlos dentro de las burbujas y entonces reventarlas. Cuando revientas una burbuja con un enemigo atrapado adentro, este se convierte en una fruta que te podrás comer para obtener puntos extras. El objetivo de cada nivel es meter a todos los enemigos en las burbujas y reventarlas.
El modo de juego se explica solo. Deja que tu sobrino de tres años lo intente, y podrá jugarlo en cinco minutos, teniendo problema tan solo en entender que primero debe capturar al enemigo en una burbuja, y entonces saltar encima. Sólo utilizas las flechas del teclado y la tecla ALT, aunque siempre puedes volver a configurar las teclas para que se adapten a tus necesidades. Nada lujoso, nada complicado. Es como uno de esos joysticks de un solo botón de aquellos días.
En cuanto a la historia... bueno, para ser franco, ¿necesita alguna? Termina este juego y habrá alguien que no dejará su computadora por días. Este juego es una forma divertida de pasar el tiempo, intentando obtener tantos puntos como puedas mientras disfrutas de la diversión, la apariencia colorida del juego y la ternura de sus personajes. Cualquier intento de una historia lo haría menos divertido, ya que interferiría con la manera de jugar. Bubble Bobble es perfecto para matar media hora de un descanso para el almuerzo y despreocuparse durante ese momento.