Desde la perspectiva de alguien quien nunca había jugado este título antes, Quarantine II: Road Warrior tiene una especie de curva de aprendizaje que debe ser superada antes de que se pueda disfrutar completamente. Los controles son susceptibles, los gráficos oscuros y tienden a saltar de la oscuridad hacia ti, lo cual hace que los niveles de competencia sean bastante difíciles. Pero lo que Quarantine II: Road Warrior ofrece es suficiente violencia y sexo subversivo para alentar al jugador normal a persistir. Sangre, carreras, y la dominatriz ocasional, ¿qué más podría pedir un joven completamente saludable, y algo reprimido con una edad entre los 16 a los 25 años?
La premisa tras Quarantine II: Road Warrior es lo suficientemente sencilla. Eres un taxista quien en el primer Quarantine falló en escapar de la prisión de una ciudad a la que llamaba hogar, y ahora se encuentra allí de nuevo. Es como Death Race 2000, Escape from New York, Running Man y Duke Nukem todos juntos. Llamarlo original sería una falacia. Pero eso no significa que no sea entretenido. Cada arena en la que entras tiene peatones quienes inexplicablemente se sienten en su derecho de cruzar de manera imprudente. Algunos tienen armas y te atacarán. Todos pierden contra las púas retractiles de tu capó.
Esto no es Crazy Taxi. Los peatones no son clientes potenciales. En lugar de eso te diriges a un punto donde te espera tu misión. Ellos te explicarán lo que debes hacer después, y lo haces en el tiempo asignado. En cada misión te dan cierta arma para que descargues. No debes preocuparte por mejoras o reparaciones. Sólo has la tarea y avanza. ¡Tienes aproximadamente 100 niveles para completar así que será mejor que comiences ya!
Nota Técnica: Este juego tiende a bloquear mi computadora en XP sin importar lo que haya hecho. Aparentemente le agrada Win95, pero yo tuve que utilizar DOSBox y ajustar los ciclos.